El Azulino de Juanma


Esta no es solo la historia de un monstruo del asfalto más… esta es la historia de una pasión heredada, de una amor hacia una bandera, de una locura que supera la razón, la locura de estos hombres únicos conocidos como fierreros quienes disfrutan de sus maquinas sobre ruedas y comparten amistades y caminos con sus hermanos, por más que sean de otra bandera. 

Nada de barra brava y esas cosas, acá todos son uno y uno son todos, con un mismo sentir… Disfrutar de la melodía de un motor o acelerar el corazón en una quema de caucho. 

Un padre, que hoy acelera en el cielo esquivando estrellas, le deja a su hijo Juanma lo más importante que podría haber hecho, el amor y la pasión por el chivo. 

El hijo, Juanma, decide honrar a su padre comenzando la cacería de aquel monstruo cuyo padre anhelaba. Surcó una y mil veces la jungla virtual, hasta que en una página de internet encuentra a este hermoso 400 RS, que se había cansado de su anterior dueño y buscaba uno nuevo. El muchacho no lo pensó dos veces y fue por el hacia la provincia vecina de Córdoba, haciéndose de la voluntad de "El Azulino" a cambio de un puñado de billetes sin almas. Apenas sus ojos se posaron en la piel azul, su corazón fue de este chivo. Criatura metálica que consumió 4 tanques de jugo de dinosaurio en el trayecto de viaje desde el viejo dueño hacia el nuevo hogar. 

Hoy el azulino deja oír su voz en tierras nueva mientras sus neumáticos bendicen el asfalto bajo su paso. Hoy, su guía no conduce un monstruo del asfalto más o un sueño, conduce una emoción inexplicable, la pasión que su padre obsequió. Te aseguro que el asiento del acompañante no se encuentra vacío. 

¡ESTOS NO SON SOLO AUTOS CARAJO! ¡ESTOS SON MONSTRUOS DEL ASFALTO!
¡Aguanten los Monstruos del Asfalto! ¡Aguanten los valientes que los conducen!





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